Mediaset se lanzó ayer con su reality estrella, 'Supervivientes', el formato que pone a prueba los dotes de supervivencia y convivencia de los rostros conocidos del momento.
Todo y que para empezar ya hace falta decir que a pesar de que el programa me volvió a sorprender por sus dimensiones, si ejecución y el ritmo que se le dio, noté fallos en los concursantes, pues muchos de ellos jugaban en tercera división y compartían un perfil demasiado parecido, rigiéndome claro, por el tipo de programas en los que participan y sus niveles de popularidad.
El dúo compuesto entre Jorge Javier Vázquez y Raquel Sánchez Silva volvió a enamorar a los fieles del programa, que llevan tiempo esperando este codiciado rencuentro televisivo. El paréntesis profesional de ella y la amistad que les une, son quizás dos de los ingredientes que más han ayudado a los espectadores a apoyar el formato.
El salto del helicóptero fue quizás la escena más repetitiva pero también la más esperada. El mal tiempo, el miedo de los concursantes y la expectativa del plató ocupó gran parte de la primera gala, donde íbamos viendo los saltos y las dedicatorias de estos, cada cual más sorprendente.
La isla, los escenarios e incluso el mar ya los conocíamos de pasadas ediciones, a pesar que des del programa se ha intentado ser innovador añadiendo una nueva isla, la 'isla bonita', donde se encuentran la gran parte de segundones de esta edición de 'Supervivientes'.
En la isla principal había los famosos que quizás más interesaban por su persona, mientras que en la segunda isla estaban esos personajes que por su persona poco importan, pero que por su físico y por sus características físicas interesan y pueden ser gustosas de ver. Eso ya es cuestión de gustos.
Des de mi punto de vista, demasiados cuerpos bonitos y pocas ideas, esperemos pues que la competencia entre islas no sea demasiado dura con ellos, porque la cosa puede acabar desastrosamente mal. Muchos de ellos necesitaban trabajo en la tele y esta era la ocasión para volver, los bolos y las discotecas son un trabajo a corto plazo y ellos lo saben.
En cuanto a la vida en el plató, me parecieron exageradas las bermudas de Jorge Javier Vázquez, Raquel Sánchez Silva estaba en la isla, pero él no y se lo deberían de haber dicho. Los defensores y contertulios eran buenos, con gente que me hubieran gustado más de concursantes que sus propios defendidos, refiriéndome a Mario Vaquerizo por ejemplo.
Me parece una vez más, aplaudible la realización del programa, encajando muy bien las conexiones y las conversaciones entre el plató y la isla, repartiendo los tiempos de manera clara y sin espacios difíciles de entender en cuanto a contenidos me refiero.
Quizás demasiado sobreactuado el papel de algunos concursantes con cosas que no lo merecían, pero entiendo que pueden formar parte de la estrategia de cada uno de ellos. Como siempre, algunos juegan con más ventajas que otros, el hecho de que muchos están altamente expuestos y todos conozcamos sus vidas hace que conozcamos sus puntos débiles, mientras que en otros concursantes se desconocen por completo su parcela más personal.
Veremos qué tal se desarrolla el programa y como son las pruebas en recintos naturales, que a pesar de que siempre nos sorprenden, pueden tener algunas variaciones.
La amistad, la traición, la envidia e incluso el amor, serán algunos de los factores que decidirán el hilo principal del concurso.
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