En ocasiones la televisión peca de monótona, sabemos lo que hacen, quién lo hace, cuando lo hacen e incluso nos convertimos en participes de las historias y situaciones que se viven dentro de esta. Por este motivo ya no nos impresionan las peleas entre colaboradores, las llamadas increpadoras a personajes, las palabrotas y, ni mucho menos, el visionado de imágenes violentas.
Pero, a pesar de todo, aún hay cosas que te pueden llegar a hacer temblar o llegar a sorprender. Lo más común y por lógica natural, es que nazca el actor, se cree el personaje, muera el personaje y el actor siga su vida, pero por mucho que lo queramos, nunca nos acostumbraremos a que esto sea a la inversa.
La pérdida de Iraila, concursante de la primera edición de 'La Voz Kids', ha estado en boca de todos, gente que hace dos semanas la criticaban por su estilo musical, este jueves por la noche laveneraban por su música, y no pasa nada, cuando alguien se va nos convertimos en hipócritas, entiendo que es porque pueden más las emociones y los sentimientos que la justa valoración artística. También hay los que han mandado sus mensajes de cariño y apoyo a la familia y los que han puesto en tela de juicio el papel de Telecinco, valorando si deberían o no emitir los programas donde aparece la pequeña aspirante.
Finalmente y bajo autorización de la familia, el canal se decidió a emitir el fragmento que quedaba de las intervenciones de Iraila y de esta manera homenajear a la concursante.
Queriéndolo o sin quererlo, esta decisión ha comportado unasubida de audiencia para el programa, pues son muchos los que anoche esperaron para escuchar las últimas notas de Iraila. Esto no es algo que se busque y me parece incluso frívolo pensar que un canal puede hacer estrategia aprovechándose de una situación como esta.
Por parte del programa, esto sirvió para demostrar que los sueños, sueños son y que en ocasiones y por mucho que se quiera, no se pueden llegar a lograr. Podemos luchar contra los enemigos, enfrentarnos a retos y querer superar las metas, pero jamás podremos ir en contra de la injusta y sucia ley de vida.
Al igual que pasó cuando nos dejó Mariví Bilbao, todos sabíamos que ya no estaba pero nos seguía chocando ver aún imágenes e intervenciones suyas en la serie en la que trabajaba y en pases publicitarios.
La pequeña mostró talento, ganas e ilusión por lo que hacía. Sus padres y el equipo conocían su situación pero quisieron tirar hacia adelante, pues era la ilusión de la pequeña. Pero, ¿fue la decisión más acertada? Hace falta saber quién es el adulto y si valora todos los aspectos a los que se enfrentan.
Yo no soy padre, pero cuando lo sea estoy seguro que de querré lo mejor para mis hijos, buscaré su felicidad, recorreré cielo y tierra para ayudarlos a vivir todo aquello que les apasione.
A todo esto, quiero sacar conclusiones finales y vuelvo a dividir mis pensamientos y sentimientos en dos vertientes, la realista y la soñada. La realista, es lo que somos, a lo que aspiramos y lo que logramos, mientras que la soñada es lo que nos gustaría, lo que deseamos y lo que nos imaginamos. Y todo ello, muy respetable.

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