14/10/13

Tamara Falcó y la piedra filosofal

Las noches de los domingos suelen ser bastante deprimentes porque, a pesar de que intentemos olvidar que al día siguiente tenemos que volver a la rutina, en la tele no hacen nada más que programas que nos recuerdan a nuestros problemas. Nos reímos con 'Aída', nos ¿sorprendemos? con 'Cuarto Milenio' o nos creemos superhéroes por dar con una buena peli en alguno de los otros canales.

Y solo los más glamurosos (y los que tienen 1,99 euros) saben que en CosmoTV echan capítulos del 'reality' de Tamara Falcó, que a pesar de ser siempre ella y su extravagante y a veces repetitivo mundo, nos lleva a país de las mil y unas fantasías con sus paranoias de chica moderna. Y esta semana y, sin quererlo ni beberlo, nos ha llevado a Hogwarts, sí sí, ¡a la escuela de Harry Potter! Y lo cierto es que pocos efectos especiales le han faltado para hacerlo, más que un taxi, su estilista y una cámara frontal que le iba gravando todas aquellas aportaciones que hacía al respecto.

TAMARISMO

Una vez consiguió dejarnos a todos atónitos con este brillante contexto geográfico, vimos cómo elije sus vestidos (muchos de ellos al estilo burbuja de Freixenet) los cuales, y con mucho gusto por cierto, descarta para quedarse con uno negro con motivos florales de lo más elegante.
Me dejó sorprendido el hecho de que su mayor preocupación fuera el de que su madre quisiera ese mismo vestido y el cómo convencerla para que, si fuera así, no se quedara con él. Pueden comprenderlo, ¿no? Llevado a la realidad es como si tu hermano te quita un jersey para ir a trabajar, ¡menudo drama!
Sus conversaciones con las amigas y su entorno siguen siendo muy reflexivas llegando a conclusiones dignas de tesis doctoral, pues el ‘tamarismo’ es algo con lo que se nace, no se hace.

SU VIDA Y SU CUENTO

Sea como sea, esta media hora de programa acaba siendo un reflejo de la vida de alguien y que, a pesar de tener un estatus algo superior a muchos de los que ahora leemos esta columna, tiene sus preocupaciones y envidia todo aquello que no tiene y que en muchas ocasiones se pierde por ser quien es, pero...¿y qué?
Tamara Falcó es un personaje que vive su vida y su cuento y nosotros estamos encantados de tenerla en nuestras vidas para saber cómo se vive siendo lo más de lo más, aunque luego nos encante ser quiénes somos y vivir los sueños que nos llegan y también aquellos que logramos.
Pero para drama y de los grandes, ¡el momento en el que Tamara decide saltarse la dieta y comerse un bocadillo de carne! ¿Pero dónde se ha visto esto? Pero veis, sea como sea, todos lo hacemos…

En el programa también estamos pudiendo ver la estrecha relación que tiene la hija de Isabel Preysler con su familia, que a pesar de verlos poco, siempre que tiene oportunidad, disfruta de su compañía.

FALTA REALIDAD

En resumen, un programa idílico en el que quizás nos faltaría ver un día malo de Tamara, porque es imposible y por muy divina que sea, que siempre lo pase bien y que todo lo que haga le fascine. Cabe recordar que es humana y que al igual que tú y que yo, tiene sentimientos…
Un toque más de realidad y de locura fuera de guión harían que el programa tuviese ese rol que consigue ‘Alaska & Mario’ en MTV y que, salvando las condiciones de emisión, tiene un aire mucho más distendido y que te hace meterte mucho más en sus vidas.

PROXIMIDAD

Por ahora me parecería incómodo ir en taxi con Tamara o compartir con ella un almuerzo. Espero solo que antes de que acabe la temporada hayan conseguido este añadido de proximidad y que todos acabemos siendo esos amigos de detrás de la pantalla de Tamara Falcó…
A parte de esto, me parece una alternativa bastante aceptable para las noches de los domingos, teniendo en cuenta la buena hora a la que se emite y la poca o ninguna intromisión de publicidad durante el programa y que en muchas ocasiones es de agradecer.

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