El sábado por la noche fuimos más de tres millones de personas los que pudimos presenciar la vuelta de la princesa a su trono 'deluxe', entre los que también se encuentran todos aquellos que dicen no ver estos programas, pero que a la vez estaban pegados al televisor como si les fuera la vida en ello.
Esta vuelta fue de lo más 'light', con una Belén Esteban muy correcta y santificada, recuperada y querida por todos o casi todos sus compañeros. Esta actitud es algo que ella recupera después de unas apariciones televisivas tormentosas en las cuáles mostraba no estar en sus mejores momentos, supongo y me arriesgo que sus ya antiguas adicciones tendrían algo que ver, llamadme loco…
Bajo unos focos rosas, que en realidad transmitían una luz roja y unas sombras muy raras, la copresentadora se paseaba por los pasillos de Telecinco para acabar llegando a su plató. Allí se fundió en un emotivo abrazo con su compañero de programa, Jorge Javier Vázquez, donde respondió muchas de sus preguntas y alegando sobre todo estar de maravilla gracias a su tratamiento y orgullosa de todos sus avances.
Ahora muy lúdica con juguetes sexuales, sin pareja estable pero con roces de verano a sus espaldas, asegura haber olvidado ya a Fran Álvarez, quien fuera su marido y quien además asegura ella que la llevó por el mal camino, aunque desde mi humilde opinión, opino que nadie va por un camino que no quiere ir. Entonces atribuir una única culpa a alguien ajeno me parece feo, ya sea Fran o perico el de los palotes.
Después de contar como le va el tratamiento y que ha sido apoyada por la dirección del programa, cosa que dice mucho de ellos, profesionalidad y cercanía, empezaron a bajar los colaboradores por las escaleras principales del plató y lo iban haciendo según petición de la princesa del pueblo.
Los primeros fueron Kiko Hernández y Mila Ximénez, los que parecían emocionados con la vuelta de su compañera de mesa y que además se mostraron emocionados, tanto que se les olvidó de hacerles preguntas comprometidas y tajantes a la Esteban, un lapsus quizás, luego bajó por la escalera Kiko Matamoros, este si que después de un par de besos y un abrazo si que fue desgranando temas, los cuales fueron cogiendo fuerza cuando María Patiño y última en discordia bajó también al centro del plató.
Lo que más me sorprendió fue la autorización previa de Andreita para poder contar según qué cosas en el plató, precaución que antes no tenía cuando narraba el día a día de su hija en televisión, es decir que cambiar ha cambiado.
A cuenta de esto, es cierto que ahora también ha aprendido a pensar las cosas antes de responder, lo cual lo atribuyo a que tenía pensada ya una respuesta pada cada pregunta que pudiera surgir y que a la vez muchas de ellas eran muy previsibles.
Las grandes ausencias en el plató fueron la de sus dos amigas y colaboradoras habituales, Rosa Benito y Raquel Bollo que no fueron citadas por motivos que se desconocen, y claro también, la ausencia de Isabel Rábago, una de las grandes enemigas de Belén Esteban y que se comprometió a sentarse el día de la vuelta para hacerle todas aquellas preguntas que quisiese. También fue sonada la presencia de Lydia Lozano, una de las claves de la última marcha de Belén de la televisión.
La falta de enemigos hizo que los palmeros de la Esteban acabaran culminando una entrevista de lo más llana y que a pesar de todo, nos aclaró muchas dudas a los espectadores sin la necesidad de escuchar gritos y berridos por parte de las caras del programa.
Con unos quilos de más y con una cara de buena salud Belén anunció que el martes se incorporaba al trabajo acudiendo tres veces por semana al 'Diario' y los viernes por la noche al 'Deluxe', como ya hacia antes de que todo esto ocurriera.
Sin lugar a duda esta semana será clave para la trama Esteban, ya que en el plató del programa de las tardes podremos ver como Belén pasa cuentas con todos aquellos que le han hecho daño y quizás hace las paces con alguno de ellos, quien sabe…
Sin lugar a duda ahora tenemos a una Belén totalmente liberada, sin miedo a contar cosas de su intimidad, dispuesta a salir de fiesta con sus amigas y con ganas de ganarse las risas y el cariño del pueblo, elemento fundamental para que acabe recuperando su codiciada corona de princesa del pueblo.
Lo que más me sorprendió fue que ella misma y sin quererlo pidiese recuperar su sitio de copresentadora titular a lo que Jorge Javier le respondió que se lo tendría que ganar porqué en todo este tiempo han pasado muchas cosas, y desde aquí pido que se le vuelva a dar su cargo, pues nos puede seguir dando muy buenos momentos en la televisión.
Y ahora solo me falta acabar diciendo… ¡Arriba la Esteban!
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