9/4/14

Ellas hablaron y nosotros escuchamos

Los espectadores no querían segundas partes de ‘Crónicas marcianas’ y la hija grande de Vasile, Telecinco, ha captado el mensaje. Ahora queremos programas de noche, sí, pero con conceptos distintos y un tanto innovadores. Las mesas-escenario ya no funcionan y los contertulios que lo dan todo y que provocan en pantalla ya cansan. Tampoco queremos a un presentador, ahora queremos a cinco presentadoras.
Las cinco con personalidades muy distintas, pero con egos muy parecidos. Sandra Barneda marcaba el ritmo y Yolanda Ramos, sorprendentemente, la completaba. Quedó muy atrás Beatriz Montañez, que a pesar de querer ser, se quedó en una más.
Natalia Millán tuvo también un papel secundario pero que ya le venía al pelo debido a que ella viene del mundo de la interpretación y el hecho de ser presentadora aún es algo demasiado nuevo para ella. Sobró el papel de Aly, la chica americana y que a pesar de querer aportar el lado más sensual y sexy del formato no tuvo cabida en muchos de los contenidos del formato, desconociendo por completo los temas de política y de actualidad social. Quizás hubiera sido más eficaz hacerla entrar y salir para dar paso a sus reportajes, o incluso marcarle una sección más desenfadada pero apartándolo del bloque principal del espacio.

Un plató nuevo y no reutilizado, con una estética particular y muy acorde con lo que se quiso transmitir, al igual que la implicación del público y una esencia del directo también muy cuidada. Jugó en contra el casting de tuiteros oficiales, al cual postulaban personas que ya contaban con cierta popularidad y que además a la hora de exponer sus dotes como tal no acabaron de acertar con los titulares que soltaban, con problemas de vocalización, usando palabras difíciles de entender por los espectadores o planteando reflexiones demasiado profundas para las horas en las que se emitió el programa.La nueva apuesta televisiva de Mediasetempezó a la hora prevista y con una entrada triunfal de las presentadoras con una coreografía preparada y que te metía des del primer segundo en el rol del programa. Un rol que se caracterizó por tratar los temas de manera muy fugaz y con preguntas y planteamientos dispares por parte de las integrantes del coro conductor del nuevo formato.
Entiendo que en los primeros programas siempre haya un poco de descontrol y más en este caso, cuando se tiene que coordinar el guion de cinco presentadoras y que además va cambiando sobre la marcha y dependiendo de cómo se desarrollen las conversaciones con los invitados. Me pareció feo y poco profesional el tono que tenía Beatriz Montañez, llegando a ser grosera con sus compañeras e incluso mandando a callar a las demás para así ella poder exponer sus temas.
Me parece bien que quieras hablar, pero deberías entender que vosotras sois las conductoras y que el turno se va pasando de manera simultánea y si no eres capaz de trabajar así, deberías de acostumbrarte porqué esto no es un informativo con tiempos marcados, aquí habla todo el mundo cuando tiene algo que decir, y en ocasiones, también sin tener nada que contar.
Claro está que una vez hecho este primer pase se valorará el papel que deberá de tener cada una de ellas dentro del contexto del programa y se irán perfilando aún más si cabe la tarea y competencias de cada una de las cinco chicas.
Buen acierto abriendo el programa con la visita de la protagonista de ‘El Principe’ y contrastándolo con la presencia de la popular y a la vez polémica, Celia Villalobos. Dos perfiles diferentes pero con caracteres que aún nos quedaban por descubrir.
Ahora faltará ver de qué manera se le va a dar continuidad al programa y si el papel de los ‘realities’, el corazón o la política son verdaderamente los pilares de este nuevo ‘late show’.

Atrás quedaron las noches de locura con Jordi González y Xavier Sardá, ahora se apuesta por algo diferente y que como siempre, el público será quien decida la historia final de este. De momento, buen trabajo y felicidades por apostar.

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