Este miércoles por la noche pudimos asistir a la final del concurso musical del momento,'La Voz'. Una final que no pintaba mal del todo a pesar de que, como siempre pasa, algunos de los mejores concursantes ya estaban fuera hace semanas, pero aún así, quedaba la duda de saber si España sería rasta o cursi. Y allí estábamos todos pegados al televisor.
Supimos que era la final porque se nos dijo durante toda la semana y también por los artistas invitados, de los cuales os hablaré unas líneas más abajo. De hecho y siendo muy sincero, creo que al final fue lo de menos saber quién era el ganador, pues la atención de todos estaba sobre Malú y Bisbal y no precisamente por sus finalistas.
En un momento en el que Bisbal quiso alardear sobre cómo había defendido la campaña de su aspirante a ganadora dijo que había llamado a todos sus clubs de fans para que lo ayudasen con los votos, todo muy 'Operación Triunfo', y después de estas palabras, fue Malú quien tomó la palabra para defender a su concursante y dijo que ella no había hecho todo ese rollo de llamar a los clubs, pero que igualmente se había entregado en defender a David Barrull, su concursante, que más tarde fue proclamado ganador de la segunda edición del concurso.
Con este comentario el de los rizos se sintió ofendido y Malú intentando disculparse lió mucho más la cuestión, haciendo saltar a Bisbal diciendo que al menos para él sus fans eran lo más importante, y, ahí como podéis imaginar, saltaron chispas. Lasmiradas de enfado de Malú y la cara de falsa víctima de Bisbalacapararon toda la atención y dejaron cómo no, en un segundo plano a los finalistas ahí presentes.
Y gracias a este contratiempo se consiguió que medio se nos olvidasen los problemas semanales con el audio, los 'playbacks' mal marcados y lo que, además, pasó en la gala final, una actuación grabada y que se intentó colar como un directo, pero que más tarde se espabilaron a aclarar para no quedar en entredicho.
Los aristas invitados dignos de 'La noche en Paz', el de la Nochebuena de la cinco. La Oreja de Van Gogh, Dani Martín, Pau Donés… Solo faltaron Mari Carmen y sus muñecos y Pepa y Abelino, cortesía eso si, de José Luis Moreno. Que nada tengo en contra de ellos, pero sí que es verdad que en conjunto dieron esa navideña impresión.
Muy bien la presentación de Jesús Vázquez y Tania Llasera, esta segunda, siempre en un segundo plano que jamás entenderé porque tablas no le faltan y encaja a la perfección para poder estar también en el plató.
No faltó tampoco el imprevisto al que ya nos tiene acostumbrados. Malú, la semana pasada con el dedo ensangrentado y tirando por los suelos medio decorado del plató, lo que llevó, y aún no entiendo el por qué a Rosario y a Orozco a intentar arreglar la mesa afectada al más puro estilo 'Art Attack', lógicamente no lo consiguieron y fueron a publicidad.
Es curioso que una vez más se salve el directo con muchos imprevistos que poco o nada tienen que ver con el guión establecido, pero que eso arrastre a la gente a comentar y a hacer más grande aún la expectación de todos los televidentes.
Ahora podría jugar a suponer qué habría pasado si todos estos contrapuntos no hubiesen sucedido por ese orden, pero creo que sería cruel no dedicar las ultimas líneas de mi columna a los protagonistas ocultos de la noche, los finalistas del 'La Voz', segunda edición. Estela, del equipo de Rosario, quedó en cuarta posición, mientras que por encima quedó el rastafari de Orozco, Jaume Matas. Después lucharon por la final Dina, del equipo de Bisbal, y David Barrull, del equipo de Malú. Esta penúltima logró un segundo puesto y el flamenco se alzó con la victoria.
Espero, eso sí, que a David le vaya solo un poco mejor que a su antecesor, Rafa Blas, que por aparecer ni apareció este miércoles como artista invitado en la final del concurso de Mediaset.
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