Después de muchos días de espera, ayer llegó por fin a nuestras pantallas la primera entrega de 'Masterchef Junior', la versión mini del programa pionero en este tipo de formato.
Como ya pudimos ver en las promociones y avances de este, se trataba de un programa muy familiar, divertido y con un toque pícaro que te llevaba a recordar las travesuras que tú hacías cuando eras más pequeño, o que quizás ahora hacen tus hijos, tus hermanos o incluso tus nietos.
Diferentes personalidades
El programa empezaba dando rienda suelta a la labia de los niños que poco a poco se iban presentando dejando entre ver su personalidad, algunos más avispados, otros más inocentes e incluso los había de sabiondos, de esos típicos que recuerdas de cuando ibas a párvulos.
Lo más interesante fue ver que todos eran distintos pero que a la vez les apasionaba eso que hacían, disfrutaban de cada prueba y escuchaban con interés todo aquello que se les explicaba, la cual cosa hacía que el programa tomara una tonalidad más rigurosa pero que a la vez también era lúdica y bastante entretenida.
Las alcachofas
Las similitudes no quedaron atrás, ya que como en todos los programas precedidos por otros, se buscan esos rasgos o características que pueden recordar a otras personalidades que ya han saltado a la palestra. Este es el caso por ejemplo de Esther, que dicho por el propio jurado del programa, compartía una estrecha relación con las alcachofas, al igual que le pasaba a Maribel, concursante de la versión adulta del formato. Otra similitud destacada fue la de Noa, que físicamente y por su manera de ser me recordó mucho a Clara Pérez, también exconcursante del formato, la cual transmite siempre un buen rollo y una dulzura bastante peculiar.
El papel del jurado
Sin lugar a duda me sorprendió gratamente el papel del jurado, que dejó atrás su papel más estricto y lo modificó para hacerse mucho más afín a la personalidad de los pequeños concursantes, compartiendo bromas y complicidad, pues esto se vio reflejado en distintos momentos del programa, recordando ahora los momentos de espionaje bajo esa caja de cartón y el delantal cambiado del pequeño Aimar, que fue también uno de los que más apoyo recibió durante la noche en las redes sociales.
La fantasiosa cabecera, la cocina adaptada a los niños y el vuelco infantil contando con actividades y sorpresas adaptadas a la edad de los concursantes, es también un punto a destacar puesto a que desde el minuto uno se pudo ver este esfuerzo por parte del equipo técnico y que logró transportarnos a la finalidad lúdica del formato.
La sensibilidad con el reciclaje y el ser conscientes de no usar más de lo que vamos a necesitar también fueron claves en el programa de ayer, haciendo cómplices a los niños de ello y indirectamente también a los televidentes del programa.
Miedo a los cuchillos
Lo que no pude evitar fueron los miedos a los cuchillos, sufrí por cada primer plano que hacían a los niños con esos cuchillos, la mitad más grandes que ellos y que a la vez manejaban con bastante gracia.
Sin lugar a duda el programa partió de una buena base y con alumnos bastante aventajados que venían con la lección muy aprendida y sabiendo lo que se vienen a jugar. ¡Ahora solo faltará ver la evolución de estos y esperar a que acabe la navidad y conocer quién es el mejor mini chef español!


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