Mediaset frenó hace unos meses ‘Un tiempo nuevo’, el programa político que emitían los sábados por la noche en su canal principal,Telecinco, y el motivo era muy sencillo. Este formato estaba atacando directamente al ego y a la imagen del grupo, que acostumbrados siempre a liderar audiencia, veían como otros canales con apuestas similares, ‘La Sexta noche’, les estaba arrebatando lo que ellos creían que era la audiencia que les merecía.
Lejos de dejar morir su programa de debate, y creyendo entiendo que era un buen formato pero desdibujado por el momento, decidieron pararlo en su canal principal y probar de darle mejor vida en otro canal, con otra productora y con un equipo totalmente renovado. Y eso fue lo que pudimos ver el pasado sábado en Cuatro.
La jugada de querer bajar las tensiones y jugar en una segunda línea de fuego les salió genial. Mueven este espacio a Cuatro, ocupan la noche de Telecinco con una doble ración del Deluxe, acaparan la audiencia con este y se conforman con las migajas de 'share' que entraron con la nueva etapa de Un tiempo nuevo en Cuatro.
Entiendo que en las próximas semanas intentarán competir por aumentar el número de seguidores del programa que presentaSilvia Intxaurrondo, pero creo que el punto de partida es bueno. El decorado del plató va acorde con el estilo de Cuatro, el equipo, presentadora incluida, son profesionales que a pesar de contar con un buen curriculum, son gente poco conocida y que no necesitan ser el centro de la noticia y del programa. Y créanme, eso es fundamental para que brille la noticia por encima de quien la cuenta.
El cambio de canal también ha supuesto que el formato haya perdido esa dosis de 'show' y purpurina y que tanto funciona en otros formatos de la casa, pero que quizás en este campo no acababa de cuajar. Había público, sí, pero no se les oía, la atención recaía sólo en la noticia. Incluso los contertulios, a diferencia de otros espacios, no eran autores, eran simplemente analistas que ayudaban a captar la información que se estaba dando.
Y a pesar de que la audiencia no les apoyó como se esperaba, el equipo tenía claro lo que se debía de hacer y la presentadora condujo con profesionalidad el espacio.
Quizás me falló la manera como se sigue queriendo dosificar la noticia, dividiendo en tantos cachitos, entiendo que es la manera de crear debate entre medio y hacer que la gente no se despegue de la pantalla. Pero reconozco que al final se acababa convirtiendo en momentos demasiado largos, alargando informaciones que en algunos casos no necesitaban tanta atención ni dosificación.
Aún y que cuentan con una buena base interna, tienen que luchar directamente con ‘La Sexta noche’ y el equipo de Iñaki López, que lleva varias temporadas mandando sobre esa franja, en lo que a política y actualidad se refiere. En las próximas semanas veremos cómo evoluciona la apuesta mejorada de Cuatro.
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