La palabra 'broma', al igual que la de honestidad política, ha perdido en gran parte su significado natural, pues antes el ser bromista era sinónimo de hacer reír sin maldad, ahora la risa en algunos casos se mantiene pero se pierde el ingrediente de ser bondadoso y detrás de las bromas se esconden grandes pullitas y situaciones embarazosas que desde mi parecer carecen de gracia hacia la persona que se las hacen.
Para poner ejemplos, esta semana en la tele ha habido dos bromas destacadas, una que para mí era falta de contenido y demasiado falsa y otra que de lo sincera que era me ha hecho sufrir en vez de disfrutarla. Empezaré por la ortopédica, por el polín de hielo sin sabor... Jesulín de Ubrique se sentaba esta semana en Espejo Público para promocionar 'Torrente 5' y en la parte final de esta entrevista simulaba un enfado con Lara Álvarez, colaboradora del programa, y decidía abandonar el plató. La interpretación de ambos fue bastante justa y por ello aluciné con la reacción de Susana Griso que por lo visto sí que se lo creyó, aunque el resto del mundo mundial lo pillamos a la primera. Pero bueno con mayor o menor gracia rompieron con la tónica del programa y me parece aceptable.
Y ahora vamos con la broma con trasfondo, el café descafeinado sin descafeinar o esos pies que se te salen durante la noche del edredón…
El cantante Xuso Jones participa en la sección 'Kamikaze' del programa 'Todo va bien' y decide llamar a su amiga y también cantante Ruth Lorenzo para hacerle una broma y que, para mi gusto, sobrepasó todos los valores posibles.
El famoso cantante que se dio a conocer por sus versos dedicados a McDonald's hizo creer a Lorenzo que su mánager, es decir, su persona de máxima confianza y con la cual trabaja cada día codo a codo, también del que dependen todas sus contrataciones, le está engañando y quiere robarle. Este inicio, para empezar, ya me parece bastante dramático, pues a los representantes les cuesta la vida ganarse la confianza de sus artistas y más con los tiempos que corren, que para quien lo sepa, está la cosa bastante achuchada.
Y claro, como en toda broma está la otra cara de la moneda, Ruth Lorenzo preocupada por lo que le estaba contando su amigo y a la vez intentando salvaguardar el honor de su persona de confianza. Ya solo por esto la broma me parece dañina y más aún si le sumas a la cantante diciendo "que me va a robar si aún no he ganado nada".
Aquí ya cae el honor del artista, del mánager y hasta de la SGAE, pero a estos pobres, no creo tampoco les venga de aquí… Sobre este programa hablé al principio de su emisión y sigo manteniendo que tienen algo que lo hace especial y que no te importa verlo mientras cenas, pero esta sección en concreto creo que arriesga demasiado para el resultado que luego acaba dando.
Creo que se podría hacer lo mismo pero con temas más triviales y del día a día, sin la necesidad de meter mierda (con perdón) entre relaciones laborales y el honor de las personas.
Aunque siendo parcial, tengo que decir también que hay veces que se sacan las cosas de sus extremos y la gente no sabe distinguir la risa del llanto, y eso no va solo por Lydia Lozano, va para todo el mundo.
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