La espera terminó y Mercedes Milá envuelta en luces navideñas irrumpió anoche en nuestras pantallas des de Guadalix, donde se encuentra la mítica casa de Gran Hermano.
Acompañada de algunos de los concursantes de todas las ediciones del reality, Milá realizó una flashmob descubriendo así todos los rincones de la remodelada casa, donde durante tres mesesconvivirán los concursantes de la decimoquinta edición del reality más emblemático del canal de Paolo Vasile.
Como ya nos tienen acostumbrados el casting no decepcionó a nadie, todos los perfiles muy distintos pero a la vez, igual de dispares. Como punto negativo podría decir que el descubrirlos a todos se hizo demasiado lento y a ratos el interés disminuía hasta que de golpe volvía a pasar algo que te despertaba y te invitaba a seguir pegado a la televisión.
El rol elegido de este año es la tecnología, aunque para mi punto de vista lo tecnológico siempre ha estado muy presente en todas o casi todas las ediciones de este, pues la sensación, los decorados y los mecanismos transmiten des de hace muchos años esa sensación de simplicidad y automaticidad, casi comparable con una nave espacial.
Me dejó frio el estilismo de la presentadora, pues siempre suele ser bastante estrafalaria, a la vez que sorprendente, pero anoche me quedé bastante igual y me pareció poco trabajado el ‘outfit’ solo basado en unas luces navideñas pegadas a su camisa y si cuela, cuela.
Televisivamente me parecieron muy bien trabajados los distintos factores que iban definiendo el programa, pasando por el momento de las pulseras, la relación de la chica de El Principe con el taxista, que finalmente resultó ser también concursante o las dos hermanas en paro que se creyeron que habían sido contratadas para limpiar la casa, cuando verdaderamente eran ya concursantes de Gran Hermano 15.
En lo tecnológico y sabiendo en el año en el que nos encontramos, me faltó ver más alusión de las redes sociales en el transcurso del programa, pues como siempre habían comentarios y reflexiones bastante interesantes y que no habría estado de más leerlos.
Y al fin, la noticia llegó, Mercedes Milá se meterá dentro de la casa para ver de cerca a sus chicos, y conocer así sus aficiones, sus temas de conversación y sus acaloradas disputas. Interesante.
Por el perfil de concursantes se ha querido atraer a un público sobretodo juvenil y con ganas de verse reflejados en la televisión, y al parecer lo van a conseguir. Faltará ver el estilo de las pruebas y como se espera sorprender a los aspirantes a ganar los 300.000€, si mantienen la técnica de siempre o si quieren ir más allá, la cual cosa se agradecería mucho.
Sin lugar a duda las parejas, las similitudes y las relaciones ocultas serán claves para entender esta nueva edición de uno de los realitys más longevos de nuestra televisión!
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