10/6/14

El más aburrido

Este lunes por la noche lloré como pocas veces he llorado, pues fue grande la decepción cuando descubrí que ‘El pueblo más divertido’ tenía poco o nada que ver con mi maravilloso e idolatrado ‘Grand Prix’.
Cierto es también que ya se nos avisó que no sería lo mismo, pero esta esperanza siempre estaba. Finalmente el programa resultó siendo un programa promocional de los distintos pueblos de España y de paso dando salida a gente que de otra manera no saldría en televisión, incluidos aquí gente disfrazada imitando a Barragán, pueblerinos comiendo limones y sonriendo a la vez o fans de los mismísimos pueblo soltando canticos más que usados en la televisión para defender a sus respectivos pueblos.
El programa empezó por los suelos con Millán Salcedo imitando a Mariló Montero y convirtiéndose luego en ‘Mariloro Montero’, y si, con su respectiva imitación. Ya se pueden imaginar. Eso no fue lo único que me obligó a atarme al sofá para no escapar, sino que también me sorprendió mucho que los miembros del jurado, muy entregados por cierto, no supieran en muchas ocasiones en que consistían algunas de las pruebas del programa y no les encontraban el qué, por ejemplo con la primera prueba de las tartas y el karaoke de Eduardo Gómez.
Mariló Montero, todo y que prometió sacar a la auténtica Mariló, acabó siendo como es ella en su programa matinal pero estando todo el rato de pie y sin que nadie la vaya frenando cuando se alborota.

El papel de Millán Salcedo se hacía pesado y cada vez que aparecía se convertía en un suplicio, o al menos para mí.
Muchísima música, vídeos como para montar un videoclip y un público sobradamente entregado con motivos que no lo precisaban.
Acertada la elección de los cómicos, destacando sobre todo a Silvia Abril, La Terremoto o por qué no, Llum Barreda.

En cuanto al jurado, Mario Vaquerizo gusta pero ya no es original sentarlo en una silla y darle margen a la improvisación, pues es lo que siempre, y con estilo, hace. Un encanto Melani Olivares que entró al plató lesionada y también acertada la participación de Eduardo Gómez.
Destacar también la presencia del doble de Jorge Javier Vázquez que se marcó su momento en pantalla y que por momentos logró recuperar mi interés por el programa.
El público no aceptó el programa como el canal esperaba, y es que queriendo hacer algo nuevo se acabó optando por involucrar a varias personalidades que pudiesen arrastrar a gente, pero lógicamente, eso no puede ser lo único y aquí está la prueba.
Se extendían demasiado los videos y las bromas e imitaciones en el plató y eso hizo que al final te acabaras olvidando de que eso era un concurso y que había la opción de ganar un premio.
De momento no tienen de su parte a los espectadores y faltara ver si una vez pasado el programa de presentación acaba arrancando en este total de trece programas y que tienen aún por emitir. La gente es divertida, pero ahora falta que la televisión también lo sea, pues en este caso, el la clave para hacerse con el beneplácito de los exigentes espectadores.

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