La televisión es un trabajo ideal para nuestras pequeñas estrellas. Y si no, ¿Quién no mataría por trabajar pocas horas, salir guapo, tener popularidad y además ganar dinero? Pues todo el mundo, pero claro este mundo tiene su lado feo, el lado donde dejas de ser noticia, tu manera de informar cansa o tus lagrimas dejan de ser rentables. Y entonces qué?
Pues una de dos, lo aceptas y te retiras o te apuntas al reality de turno para seguir estando en lo alto de la ola. Y no os creáis, les da igual ir a una isla, saltar de un trampolín o perderse en un desierto de Marruecos.
A parte de lo bien o mal que lo hagan a posteriori como concursantes, es cierto que muchos piden e incluso suplican concursar porqué saben que eso es sinónimo de fama durante un tiempo una vez acabe ese reality y si se puede, enlazarlo con alguna otra trama amorosa o de enfado con otro personaje.
Poner nombre a gente que ha tenido que recurrir a esto para tirar adelante sería muy feo, pero sí que puedo dar nombres de gente que lo ha hecho público o bien se ha dicho por boca de otros.
Por ejemplo la modelo Mónica Pont que ahora es concursante de ‘Mira quien salta’ pidió por favor entrar al concurso para cubrir una baja y así seguir durante un tiempo más en el ojo del huracán.
U otro ejemplo si lo queréis, las hermanas Abradelo en ‘Expedición imposible’. Pues ellas llevaban tiempo sin salir en pantalla y necesitaban una inyección de protagonismo, lo que les ha servido para hacer-se un ‘Deluxe’ y una portada en la prestigiosa revista ‘Interviú’.
Lejos de juzgarlos, pues no están haciendo nada malo, creo que a veces los haría más personas el hecho de decir que están allí porqué lo necesitan y no porqué los han llamado suplicando que vayan.
Tener imagen es importante para la televisión, pero ser honesto y persona también.
0 comentarios :
Publica un comentari a l'entrada