La televisión en muchas ocasiones es como la cocina rápida, mala y prefabricada. Hartos de ver formatos repetidos, adaptados y repescados después de unos años con otros nombres y añadiendo absurdeces para dar un toque ‘cool’, cuando en verdad lo que se hace ya está más que visto. Al igual que pasa con esos presentadores que no pegan en según qué formatos, pero como la gente los conoce y tienen su público, pues se les pone y no importa si entienden o no de lo que están hablando.
Por suerte hay casos en los que las cosas se hacen bien y parten de una buena base. Los programas que hablan de tendencias y moda y que están redactados y conducidos por redactores y presentadores de turno suelen acabar siendo formatos aburridos, sin contenido y con material agrupado entre sí con el objetivo de que al final se pueda acabar vendiendo como algo diferente, alternativo e innovador, pero por suerte la gente tiene cabeza suficiente como para saber distinguir.
No os mentiría si en mi papel de presentador o comunicador os confesara que en ocasiones tengo envidia sana por los dos presentadores de ‘Cazamariposas’. Han sabido mostrar su encanto dentro del panorama televisivo y la productora para la cual trabajan, han querido apostar por ellos y darles cierta carta blanca para tirar hacia adelante un proyecto, que por cierto, poco a poco va tomando su forma, y este sí, ha logrado colocarse como referente de este tipo de programas.
Para mi esos presentadores que han llegado a lo más alto sin saberse muy bien el motivo no tienen ningún mérito, mis referentes sí que pueden ser sin lugar a duda estos dos jóvenes que primero como becarios y luego como profesionales ya cualificados, han logrado encontrar su sitio y poco a poco se han labrado su camino hasta llegar donde están.
Lejos quedan ya esos Pájaros de la tele y que por cierto, en mi opinión, era un primer paso hacía lo que se quería hacer, y se ha hecho. Un punto más a demostrar que las cosas antes de lanzarlas hay que probarlas, como se hace también con los aviones o helicópteros, porqué sino pasa lo que pasa, se cae el avión y se acabó la magia.
Y por último, siguiendo también por esta línea, la experiencia y el esfuerzo hay que demostrarlo y dejar ver a la gente cuales han sido tus escalones, pues solo así sabrán que tu no hablas por hablar, y que lo que dices lo sabes por conocimiento de causa y no porqué alguien te lo ha dicho.
Nando, chico alfombras rojas, o rosas en su defecto, y Nuria, chica ‘cool’ donde las haya, pueden estar orgullosos de estas donde están, y nosotros, los espectadores, contentos de verlos y refrescar nuestras noches con estas dosis ‘fresh’ que nos regalan cada día.
Una vez más os digo que en la televisión y al igual que en la vida real, todo esfuerzo tiene su recompensa, y aquí la prueba de ello.
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